Argentina a un paso de aprobar
el mayor genocidio universal
Media sanción para el aborto
Por Juan Carlos Monedero (h)
11 de diciembre del 2020: a la madrugada, por 131 votos a favor y 117 en contra, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de la ley del aborto en la Argentina. Se trata de la media sanción de un proyecto que podría llegar a aprobarse en Senadores, probablemente el 28 de diciembre, precisamente el día de los Santos Inocentes.
Muchas son las reflexiones y comentarios al respecto:
- Se aprobó una ley de aborto libre (por cualquier motivo) y durante los 9 meses de embarazo; esto se disfraza mediante un texto fraudulento que supuestamente habilita el aborto sólo hasta las 14 semanas (lo que igual sería espantoso). Sin embargo, toda mujer podrá abortar luego de este plazo invocando peligro para su “salud integral”, un concepto tan elástico que abarca cualquier cosa. “La salud es un concepto integral que tiene tres dimensiones: física, mental y social, de acuerdo a lo establecido por la OMS”. “El peligro para la salud debe ser entendido como la posibilidadde afectación de la salud. No requiere la constatación de una enfermedad y, en este sentido, no debe exigirse tampoco que el peligro sea de una intensidad determinada. Bastará con la potencialidad de afectación de la salud para determinar el encuadre como causal de no punibilidad para el aborto. El concepto de peligro no exige la configuración de un daño, sino su posible ocurrencia” (Resolución 3158/2019, Ministerio de Salud de la Nación)
- Los políticos argentinos utilizan como pretexto del aborto a la mujer pobre y a las niñas violadas, cuando son ellos los responsables de haber llevado a millones de personas a la pobreza como también son ellos responsables del aumento en el índice del delito. La verdad, por el contrario, es que el Poder Político es dócil instrumento de organismos globalistas como el FMI, el Banco Mundial, la OMS-ONU, entre otros. No lo hacen por las niñas violadas o por las pobres, lo hacen bajo la presión –o el soborno– de los organismos internacionales. Estos políticos provocaron hace décadas un auténtico desmadre social y moral en el que los argentinos vivimos, y ahora traen “la receta” criminal del aborto.
- Los mandatarios argentinos no trabajan para eliminar las diferencias entre ricos y pobres en cuanto a salud, educación, posibilidades laborales, etc. Sólo se trabaja para igualar ricos y pobres en cuando al crimen del aborto.
- No importa que la evidencia científica sea contundente en cuanto al inicio de la vida humana en la concepción. No les importa que la Academia Nacional de Medicina haya declarado que “destruir a un embrión humano significa impedir el nacimiento de un ser humano”. Los políticos se manejan de espaldas a la realidad científica más elemental.
- Oficialismo y oposición son lo mismo: Alberto Fernández, Cristina Kirchner y las fuerzas que respondieron a Mauricio Macri, junto con el Partido Radical y la ultraizquierda tienen notables coincidencias en cuanto al aborto y otros temas morales. Lo que discuten son apenas minucias administrativas: a la hora de cumplir los criminales mandatos globalistas, salvo excepciones, actúan en bloque.
- No importa que el Código Civil argentino (art. 19) reconozca el comienzo de la persona humana en la concepción. No importa que la Constitución Nacional (art. 75, inc. 22) incorpore tratados internacionales donde se reconoce a la persona humana desde la concepción. No importa que la Argentina se haya adherido en 1984 al Pacto de San José de Costa Rica, que reconoce a la persona desde su concepción. No importa que en 1990 la Argentina se haya adherido a la Convención sobre los Derechos del Niño, que reconoce como niño a “todo ser humano desde el momento de su concepción y hasta los 18 años de edad”. Los políticos se manejan de espaldas a las leyes escritas… ¡por ellos mismos!
- El Estado Argentino ya está forzando el aborto para las mujeres de bajos recursos, como lo relata una reciente denuncia a la cual remitimos[1].
- La principal trampa en este debate es aceptarlo. Celebrar el debate en aras del principio de “libertad de ideas” es ya una primera claudicación moral. Los argentinos de bien no sólo denunciamos el resultado de esta media sanción, denunciamos –antes y sobre todo– la misma existencia de este falso debate; un debate por lo demás desigual y deshonesto, desde el momento en que se polemiza la condición humana de personas a pesar de la rotunda evidencia científica en contra. El aborto no se debate, se combate.
- La legalización del aborto producirá un aumento en la tasa de abortos, tal como las estadísticas lo demuestran en todos los países en que se ha aprobado[2]. Se intenta rociar esta práctica con los rótulos de “derechos reproductivos”, “salud pública” o “interrupción del embarazo”, como operaciones de guerra lingüística. Son ficciones del lenguaje que sólo invisibilizan al niño por nacer.
- Los políticos argentinos invocaron en numerosas ocasiones el argumento de que “los países del primer mundo han legalizado el aborto”. Se trata de una grosera falacia argumentativa: Estados Unidos emerge como superpotencia mundial en 1945 sin tener legalizado el aborto, el cual llega a algunos de sus estados casi 30 años después. España en los años 70’ estaba dentro de las primeras diez economías del orbe. Incluso dentro de países del llamado Primer Mundo hay diferencias[3]: Alabama condena todo aborto; Georgia, Ohio, Kentucky, Misisipi y Luisana condenan el aborto a partir de las seis semanas, lo que en la práctica equivale a la casi prohibición total. Arizona, Arkansas y Carolina del Norte están en retroceso en cuanto a políticas aborto. Lo mismo Dakota del Norte y D. del Sur. Indiana y Texas también está retrocediendo. Missouri y Nebraska lo mismo. Por el contrario, estados como California, Washington, Nueva York y Oregón avanzan en sentido pro aborto. Esto demuestra que no hay correlación entre ser un país “del primer mundo” y legalizar el aborto.
- Con esta ley, los mandatarios de la Argentina están dando un paso más en la destrucción de la población de este país. Se trata de un auténtico genocidio, configurándose el Estado Argentino como un estado terrorista. Si los niños pueden descuartizarse, entonces ¿por qué nos interesaría proteger otro tipo de derechos tales como la libertad, la propiedad? Hoy los bebés están a merced de la mujer porque ella es más fuerte, mañana toda persona débil podrá ser aplastada por el fuerte. Argentina está deponiendo el Derecho con esta media sanción criminal.
- Los políticos argentinos han comprado las mentiras de los grupos abortistas, tales como la falsa cifra del medio millón de abortos por año. Ya Nathanson[4] reveló, hace mucho tiempo, cómo los activistas del aborto inflaban las cifras de abortos, así como también las cifras de mujeres muertas en abortos clandestinos.
- El ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, llegó a afirmar que la persona por nacer sólo era “un fenómeno”. Y en un acto fallido, dijo: “Acá no hay dos vidas como dicen algunos (…) Si no fuera así, estaríamos ante el mayor genocidio universal”.
- Finalmente, Argentina está luchando por su independencia ante un conjunto de señores de saco y corbata que –desde las usinas del Poder Internacional del Dinero– financian a una pandilla de políticos traidores para que sea la propia dirigencia del país la que ponga la soga al cuello a la nación, rematando la soberanía nacional.
- La media sanción de este proyecto y –si Dios lo permite– su futura aprobación configurará una derrota política y moral de la Argentina, sacrificada por sus propios dirigentes en el Altar de Moloch, la antigua divinidad demoníaca, en cuyo honor los cananeos ofrecían niños.
- Hacemos un llamado a los amigos de todas partes del mundo para que difundan lo que está pasando en la Argentina. Necesitamos de ustedes: necesitamos que se conviertan en agentes multiplicadores de estas noticias. La mayoría de nuestros gobernantes quiere legalizar este genocidio, hacer negocios con los cadáveres de fetos abortados y poner al país de rodillas ante el Nuevo Orden Mundial. Sólo pueden llevar a cabo esta carnicería si deshumanizan a la persona por nacer: por eso las ecografías son el terror de los aborteros. Amigos del exterior: por la Argentina, por las familias argentinas, ¡Ayúdennos!