El “nazi” del mes: ¿qué esconde la polémica en torno al Dr. Ramón Carrillo?

 

Por Juan Carlos Monedero (h)

 

Round 1: la palabra “nazi” les estalló en la cara

 

¡Qué tiro por la culata del kirchnerismo! Un dolor de muelas para Alberto y sus albertos, para Cristina y sus cristinas. Porque desde que asumió Néstor Kirchner en el 2003, la batalla discursiva –que en el fondo no es otra cosa que una lucha por definir qué sería el bien y qué sería el mal– siempre supuso para los kirchneristas que los nazis eran “los otros”. El kirchnerismo supo hacer uso y abuso del término, ya desde 2003, cuando el Néstor llegó al poder.

Nazis eran los militares que habían luchado contra la subversión, legal o ilegalmente (daba lo mismo para ellos). Nazis eran los católicos que cuestionaron a la candidata Carmen Argibay, ya manifiestamente pro aborto, más tarde confirmada como Jueza de la Corte Suprema. Nazis fueron también los católicos que defendieron a Monseñor Basseotto, que apuntó contra Ginés González Genocida, alfil del abortismo. Nazis fueron las jornadas del Círculo de Formación San Bernardo de Claraval (al menos así lo dijo Página/12, vocero oficioso del gobierno), y por eso el Gobierno apretó a Gendarmería, y el jefe de las bandas musicales –que tocó en las jornadas– terminó despedido y otros tres gendarmes fueron sancionados[1]. Nazis eran también los asistentes a las misas en Luján realizadas por el Círculo de Formación San Bernardo, celebradas por Basseotto en el año 2006[2].

“Nazi” fue, a no dudarlo, la palabra talismán desde la cual se dividían las aguas. De un lado estaban los buenos (es decir, ellos). Del otro, los nazis.

Y ahora se dio vuelta la tortilla, y los nazis son ellos por proponer a Ramón Carrillo para los billetes de 5000 pesos.

Leamos el tuit del embajador del Reino Unido, Mark Kent: “El nazismo fue el mayor mal del siglo XX. Condujo al Holocausto. La muerte de millones de inocentes. No debemos conmemorar a nadie que participó en este terrible episodio”, sostuvo Kent, en relación a Ramón Carrillo.

La embajadora de Israel, Galit Ronen, tuiteó: Cuando decimos ´Nunca más’ refiriendo al Holocausto, no hace sentido conmemorar alguien que, por lo menos, fue un simpatizante con este ideología“. Todos indignadísimos.

Y parece que el pobre Carrillo no dejaba de darle indicios. Como tantos simpatizantes del Eje, apoyó la neutralidad argentina en la Segunda Guerra Mundial. Posición compartida por toda persona patriota, ya simpatizara o no con el Eje, dado que la neutralidad parecía lo más conveniente, como lo había sido en la I Guerra Mundial. El problema es que para cierto tipo de mentalidad antinazi, un indicio es interpretado como elemento probatorio decisivo, que no admite prueba contraria. Hay gente que se maneja así.

También emitió un enérgico comunicado el Centro Simón Wiesenthal para América Latina. Entre este domingo y el lunes, los señores Gelblung y Shimon Samuels salieron a decir: “Rechazamos enfáticamente la elección de un personaje así, que mancillará a Argentina con su imagen en su billete de mayor denominación”[3].

Claudio Avruj también salió a pegarle a Carrillo –y por extensión al gobierno– bajo el cargo de haber procurado en 1947 la entrada en la Argentina de un médico nazi llamado Carl Vaernet. Pero Avruj no es él sólo, dado que es dueño de la agencia de noticias Vis-a-vis. Guillermo Yanco –pareja de Patricia Bullrich– también es dueño de esta agencia. Probablemente, “el caso Carrillo” llega así al sector del PRO, y el poderoso aparato de multimedios macrista empezó a trabajar. ¿Cómo trabajan? Es sencillo: se agita la palabrita nazi, por lo que todo el mundo –como sabemos– comienza a perder la cabeza. En definitiva –como diría el inolvidable Aníbal D’Angelo Rodríguez–, en el mundo actual está permitido todo. Drogarse, prostituirse, matar enfermos, inocentes, mentir, blasfemar. Salvo ser nazi. Y quién es nazi y quién no, lo dicen ellos. Pero esta vez, ¡había dos sectores poderosos disputando quién definía! Y nosotros nos compramos pochoclos para ver cómo se desarrollaba el asunto.

 

Round 2: Contraofensiva kirchnerista: Carrillo no es más nazi que Churchill

 

Era muy grave la acusación.

Y eran muchos los factores de poder que estaban martillando contra el oficialismo. Repasemos: embajada de Israel, embajada de Gran Bretaña, Centro Simón W., el multimedios macrista… Y entonces, los kirchneristas salieron a responder. Se vieron obligados, emplazados.

Fueron acusados mil veces de incluir entre sus cooperadores y colaboradores a los autores materiales e intelectuales de incontables asesinatos, perpetrados por estructuras guerrilleras en los años 70’. Ante eso no respondieron nunca, aquí sí.

De esta manera, Página/12 –expresión oficiosa del kirchnerista– invocó la autoridad del historiador judío Raanan Rein (buena carta, muchachos), quien explicó: “Por su brillante carrera académica, la UBA otorgó a Carrillo una beca de dos años para perfeccionar sus conocimientos en neurocirugía en Europa. Recorrió instituciones médicas en Ámsterdam, París y Berlín. Es probable que en Alemania haya presenciado un mitin con Hitler, como cuenta en sus trabajos la historiadora Karina Ramacciotti”[4].

O sea, Carrillo compartió un mitin con Hitler.

Rein, con pudor casi, sostiene que esto “es probable”. Pero no vemos razón para desconfiar de Ramacciotti.

Luego Página/12 no se priva de hacer jueguitos para la tribuna. Y relata –para tranquilizar al lector zurdoide– que en 1935, hasta el propio Winston Churchill escribió: “Es en este misterio del futuro que la Historia declarará a Hitler como un monstruo o como un héroe”. Básicamente, el hilo invisible del razonamiento sería algo como esto: si Churchill no puede ser llamado nazi por decir estas palabras, tampoco Carrillo. ¿Hasta aquí ha llegado Página/12 para defender las medidas del oficialismo? Increíble. Ramón Carrillo compartió un mitin con Hitler, pero no es nazi. Pero los miles de católicos que asistieron a misa de Basseotto sí lo son.

Diario Perfil –que en este caso actúa como vocero oficioso del gobierno– ya aclaró en su edición del 20 de mayo del 2020: “El Gobierno prefirió no contestarle (a la embajadora judía) de modo oficial”[5] (copete). Aunque en el cuerpo del artículo, los amigos K suavizarían diciendo que el Gobierno “por ahora prefiere no responderle (a la embajada de Israel), al menos, de modo oficial”. Una pieza importante del kirchnerismo, Juan Grabois, parece que no se pudo contener y respondió, aunque a título personal.

Acota Perfil, también en el cuerpo del artículo: “De momento, el Gobierno no planea hacerlo de manera oficial. Alegan que los tuits no son explícitos en su referencia y prefieren evitar entrar en una polémica tuitera por un proyecto que, por ahora, el propio presidente Alberto Fernández ya descartó. Tampoco buscan alimentar un entredicho mayor con Israel o el Reino Unido”.

 

Round 3: cuando a los zurdos los corren por izquierda

 

Pero Página/12 está evidentemente muy molesta con los judíos, y salió a decir cositas que no suele decir. Ahora que están enojados se animan a decir cosas, porque a ellos (y no a los demás) los están matando en las redes sociales con la acusación de nazis. Y en el fondo, sienten todo el malestar por haber servido en bandeja otro argumento a la oposición. A partir de ahora, no faltará el opositor –serio o no– que pueda decir que el gobierno de Alberto “reivindicó a un médico nazi para los billetes de 5000 pesos”.

Detalle de un amigo: en los últimos años del período kirchnerista 2011-2015, se había conformado una agrupación que se denominó ‘La Ramón Carrillo’. ¿Qué estarán diciendo ahora?

 

Round 4: también nos hicimos lectores de Clarín

 

Dice el matutino clarinete: “en la colectividad había mucho enojo con el Centro Wiesenthal por acusaciones que consideraron ‘infundadas’. Llegaron a decir que el Wiesenthal en esta región basa su existencia en unas autorizaciones periódicas que precisa y que por ello, para tener financiamiento, precisa producir hechos y noticias permanentemente”[6]. Se comenta solo, ¿verdad?

Sigamos:

 

 “Clarín intentó este lunes por la noche comunicarse con Ariel Gelblung, su director, para entender (¡!) la fuente. Pero hasta este martes no había respondido. El problema es que un miembro de la familia dijo haber hablado con el Centro Wiesenthal y que este le dijo que se habían ‘basado en una película’”.

 

Los signos de exclamación son nuestros. Querido lector, el periodista de Clarín no entendía… y quería entender, ¿lo comprenden? Cuesta entender cuando no hay nada para inteligir, parece.

En Crónica TV, la noche del 19 de mayo, el nieto de Ramón Carrillo –homónimo de su abuelo– confirmó, ante la pregunta directa del periodista, la versión de que el origen de la acusación provenía de una película.

 

Round 5: Embajada de Israel y Gran Bretaña: ¿exageración? ¿Mentira?

 

Sopesemos las versiones y tratemos de entender qué se ha probado y qué es lo que no quedó acreditado.

El embajador británico acusa a Carrillo de haber “participado” en el Holocausto. El embajador judío acusa a Carrillo de haber sido “por lo menos” (o sea, que podría ser más) un simpatizante del nazismo. Ahora bien, ¿qué es lo que realmente se ha aceptado por parte del sector K?

Tomemos lo máximo que reconoce Página/12: que Ramón Carrillo colaboró para traer a la Argentina a un médico que había trabajado en un campo de concentración. Que Ramón Carrillo estudió en Berlín y que habría compartido un mitin con Hitler. Y digamos ahora algo increíble: nosotros le creemos a Página/12. Creemos en que en este caso no ocultan nada, porque nos parece inverosímil que se arriesguen a mentir en una polémica con (nada menos) la embajada de Israel y Gran Bretaña.

Ahora bien, ¿cómo valorar –en términos de responsabilidad ética y pública– las afirmaciones de las embajadas? ¿Cómo puede un embajador, que se supone que es La Palabra oficial de su país en territorio ajeno, manejarse con tanta ligereza (por decir lo menos)?

Y la pregunta del millón: si han exagerado, o mentido, tan alevosamente aquí. ¿Será la primera vez? Si no hubiesen cuestionado a un multimedios tan poderoso como el kirchnerista, ¿nos hubiésemos enterado?

Ah, por cierto, Ramón Carrillo estaba en contra del aborto.

 

Acto 6: La DAIA cruza al Centro Simón W., y baja el tono. Acá no pasó nada

 

Sostuvo Jorge Knoblovits, presidente de la DAIA: “Durante 48 horas estuvimos buscando antecedentes que acrediten la falsa denuncia sobre Ramón Carrillo. Para la DAIA la polémica está cerrada hasta que se demuestre otra cosa. Es importante tener la información adecuada, con pruebas adecuadas, para formar una opinión adecuada”[7]. Parece que dos embajadas y el Centro Simón W. primero salieron a indignarse, y después algún tipo más lógico e inteligente –con la cabeza fría y las bolas llenas– les habrá sugerido mesura. Nótese que el Presidente de la DAIA declina seguir la pelea, pero deja abierta la puerta a que aparezca nueva evidencia.

Entre los elementos que salvarían la memoria de Ramón Carrillo, se destaca: “Hay una placa entregada por el Estado de Israel en 1949 a Ramón Carrillo, creo que eso desmiente algunas cosas”, como dijo el presidente de la DAIA. Y llega a decir: “La información del Centro Wiesenthal no siempre está fundada. Hay muchos miembros del consejo directivo que hoy estaban on fire con este tema, y yo no desconfío de ellos, yo digo que estudiemos esto y que si tenemos que salir salimos”. Y agregó: “Yo no tengo ningún problema en salir a condenarlo, pero queremos ser serios. En Argentina necesitamos seriedad en la información porque si no perdemos capital todas las instituciones”.

También: “Pedimos prudencia para salir a condenar en un momento de pandemia, donde hay una parte manifiesta de Ramón Carrillo, que tiene más de 200 hospitales a su nombre en el país, que fue un hombre que trabajó contra las viruelas, contra la peste bubónica, que fue un excelente sanitarista, que ayudó a aumentar la expectativa de vida de los argentinos. No se puede salir a condenarlo sin tener la verdad de la investigación histórica. Yo no he visto que esté acreditado que era nazi”.

La moraleja es clara: primero investiguen, estudien, comparen, aprendan, sean responsables. Y si después tienen que decir algo, adelante. Pero los que se mueven con impunidad suelen hacer las cosas al revés.

Pregunta final: ¿es la primera vez que las embajadas y el Centro Simón W. acusan por deporte?  Dejamos esa inquietud en el lector.

 

 

 

[1] Cfr. https://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/1-23338-2006-08-23.html

[2] Cfr. https://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/71750-23281-2006-08-20.html

[3] Cfr. https://www.facebook.com/CSWLA/photos/a.310889052278661/3228083810559156/?type=3

[4] Cfr. https://www.pagina12.com.ar/266788-el-insolito-debate-sobre-ramon-carrillo-nazi

[5] Cfr. https://www.perfil.com/noticias/actualidad/ramon-carrillo-billete-gobierno-no-responde-embajadora-israel-gilat-ronen.phtml

[6] Cfr. https://www.clarin.com/politica/daia-reunio-nieto-ramon-carrillo-dio-terminada-polemica-torno-ex-ministro-juan-peron_0_J95N8czP9.html

[7] Cfr. https://www.diarioregistrado.com/sociedad/el-presidente-de-la-daia-desmintio-al-centro-simon-wiesenthal-que-acuso-a-ramon-carrillo-de-nazi_a5ec3e2bdaadfa72abcaf8c6e

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